Según Cronbach (1997), la psicología ha ido modelando su trabajo con la pretensión de aproximarse a “las ciencias físicas, aspirando a reunir generalizaciones empíricas, a reestructurarlas en leyes más generales y a soldar estas leyes dispersas formando teorías coherentes”.
No obstante, como señala Yela (1996), la psicología está “dividida en una multiplicidad de áreas y enfoques inconexos”, con una excesiva diversidad de escuelas con diferentes modos de concebir aspectos tan relevantes como “el objeto de su ciencia, los fenómenos a que atienden, y la forma de intervenir en el estudio y solución de los problemas prácticos”.
En este sentido, Neubern (2006, 2009) recoge una serie de consideraciones interesantes, relativas a las relaciones entre la hipnosis y la psicología clínica, de las que destacamos las siguientes:
- El intento de unificar ciencia y clínica ha supuesto un problema importante para la psicología clínica, puesto que al estar dividida en varias escuelas, que además suelen estar enfrentadas entre sí, no es posible intentar acceder a la realidad desde un punto de vista único, algo necesario para el paradigma dominante de la ciencia.
- Aunque la psicología clínica ha ganado reconocimiento científico, sin embargo nunca ha podido lograr la fiabilidad científica de las ciencias duras.
- La hipnosis consigue evidenciar las contradicciones y debilidades del intento de la psicología clínica en llegar a ser científica. Por eso, las instituciones involucradas en la formación psicológica negaron u ocultaron muchos acontecimientos históricos, a pesar de su relevancia, sobre la relación entre psicología e hipnosis, en nombre del conocimiento científico; ofreciendo “una visión distorsionada tanto de la hipnosis como de lo que podría o no considerarse científico”.
- Algunos de esos acontecimientos históricos, estigmatizados y ocultados, podrían llevar a reflexiones pertinentes sobre la psicología clínica.
- La hipnosis podría traer para la psicología clínica reformulaciones fundamentales en términos de prácticas institucionales y principios epistemológicos.
El desarrollo histórico de la psicología apunta, como indica Yela (1996), “hacia una ciencia psicológica unificada, con un objeto: la conducta, y un método: la comprobación empírica y experimental en la conducta observable del sujeto”. Para ello, según Trujillo (2003), lo ideal sería “construir una ciencia que contenga los aportes de todos los sistemas o escuelas de pensamiento, de modo que podamos abordar el estudio complejo del ser humano”, sin necesidad del predominio de un paradigma determinado sobre los demás. Siendo este, probablemente, el reto que nos plantea el futuro de la psicología.
En relación con ese futuro, las instituciones involucradas en la formación psicológica no podrán seguir ocultando por mucho más tiempo los datos sobre esa “historia no contada” de las relaciones de entre psicología e hipnosis que denuncia Neubern (2006). Por lo que cabría preguntarse si esas instituciones estarán dispuesta a reflexionar y realizar las oportunas “reformulaciones fundamentales” en sus “prácticas institucionales” y en los “principios epistemológicos” de la psicología y de la psicología clínica, no sea que llegue un momento en el que “sólo queden algunos psicólogos aislados en sus laboratorios y que los asuntos psicológicos sean recogidos por las ciencias biológicas y sociales” (Yela, 1996). Recordemos que, como señala Buela-Casal (2004), “algunos de los máximos responsables de la constitución de la psicología científica en España también eran médicos” (como por ejemplo, Luis Simarro, Emilio Mira, Turró, Lafora, Marañón, Ramón y Cajal, etc.) algo que ocurre igualmente con los antecedentes históricos de la psicología a nivel internacional.
Referencias bibliográficas:
Buela-Casal, G. (2004). La Psicología: ¿una profesión sanitaria con distintas especialidades? Infocop, número extraordinario, 103-111. Obtenido el 4 de marzo de 2012, de http://www.cop.es/extrainfocop/GualbertoBuela.pdf
Cronbach, L.J. (1997). Más allá de las dos disciplinas de la psicología científica. Escritos de Psicología, 1, 17-30. Obtenido el 4 de marzo de 2012, de http://www.escritosdepsicologia.es/descargas/revistas/num1/escritospsicologia1_hemeroteca2.pdf
Neubern, M.S. (2006). Hipnose e psicologia clínica: Retomando a história não contada. Psicologia: Reflexão e Crítica, 19(3), 346-354. Obtenido el 28 de febrero de 2012, de http://bscw.rediris.es/pub/bscw.cgi/d4419325/Neubern-Hipnose_psicologia_clinica.pdf
Neubern, M.S. (2009). Hipnose e subjetividade: Reflexões sobre a ciência moderna e a psicologia. Diversitas. Perspectivas en psicologia, 5(2), 307-319. Obtenido el 29 de febrero de 2012, de http://bscw.rediris.es/pub/bscw.cgi/d4419333/Neubern-Hipnose_subjetividade.pdf
Trujillo, S. (2003). La psicología: ¿para quién? Universitas Psychologica, 2(2), 217-225. Obtenido el 4 de marzo de 2012, de http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=64720210
Yela, M. (1996). Unidad y diversidad de la psicología. Psicothema, 8(Supl.), 327-351. Obtenido el 4 de marzo de 2012, de http://www.psicothema.com/pdf/664.pdf
Autor: Luis Aparicio Sanz
Fotografía: Flickr
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